viernes, 15 de marzo de 2013

¿Realmente crees en Dios?




Siempre he pensado que realmente muy pocas personas creen en la existencia de un dios personal que interviene de forma activa en sus vidas. Muy pocas personas en el mundo creen realmente en Dios. En lo que creen, como dice el  filósofo Daniel Dennettes en la necesidad de creer. Las personas creen que es bueno creer y se aferran a ello pero obviamente como seres humanos y animales racionales es muy difícil creer en algo cuando tu propio ser y todo lo que conoces del mundo apunta en la dirección opuesta. Hace tiempo leí una frase que decía así: "Cuando dudas de tu fe no es Dios poniéndote a prueba, es tu sentido común y tu propia condición de ser racional intentando salir a flote"

Cualquier persona que crea en Dios vivirá en una continua contradicción interior puesto que esa creencia no es compatible con aspectos básicos de la vida. Si esto no ocurre probablemente sea porque dicha persona no se ha planteado, con la suficiente profundidad, el dilema. 


¿Por qué pienso que muy pocas personas realmente creen en Dios? Simplemente porque si alguien creyera realmente (recalco una vez más la palabra "realmente") viviría su vida de forma muy distinta a como normalmente la vive. Si estás convencido de que existe Dios y supieras sin ningún tipo de duda lo que quiere (las religiones y sus seguidores afirman saberlo) harías las cosas de forma muy diferente a como las personas normalmente las hacen.

Si estás convencido de que Dios existe, por ejemplo cuando un familiar fallece no sentirías ni un ápice de tristeza, o al menos no más tristeza de la que sentirías si un familiar se fuera a vivir una temporada al extranjero sin posibilidad de comunicación, sabiendo sin ningún género de duda que os volveréis a reunir en unos años y mientras va a estar perfectamente bien y con el nivel máximo de felicidad allá donde esté. Algunas personas reaccionan así, incluso con alegría, porque realmente creen. Otras muchas lloran desconsoladas. 

Si crees realmente que después de ésta hay una vida mucho mejor llena de felicidad y repito, (perdón por mi insistencia pero es importante) lo crees realmente, digamos que no te importaría demasiado morirte. Sólo te importaría por separarte de tus seres queridos momentáneamente pero no sería un gran drama. Sin embargo la mayoría de personas no tienen ningún tipo de ganas de morirse.

Las personas que creen absolutamente y sin ninguna duda en Dios son las personas que realizan actos como la inmolación ya que están convencidos realmente de que es el deseo de Dios y que por tanto su muerte no es el final sino  el principio de la vida eterna. Si crees sin ninguna duda que Dios, el ser que te ha creado a ti y al resto de las personas de este mundo y al mismo mundo, quiere que estrelles un avión contra un edificio lleno de personas que según Él deben morir, muy probablemente lo harías ¿quién eres tu para cuestionarlo? Desde tu punto de vista estarías haciendo el bien y siendo una buena persona religiosa puesto que estás siguiendo las indicaciones de Dios, de la misma forma que Abraham estaba dispuesto a asesinar a su hijo de acuerdo con la petición de su creador. Afortunadamente, como digo, las personas que realmente creen en Dios son una minoría.

Algunos pensarán que esas personas que son capaces de cometer atrocidades en nombre de Dios simplemente son fanáticos y están locos pero lo cierto es que no lo están. Simplemente se creen de verdad lo que la mayoría, aunque se declaren creyentes, no cree y por tanto actúan como tal y cumplen escrupulosamente lo que su creencia les dicta. Si tu creencia te ordena no practicarle una transfusión de sangre a tu hijo aunque debido a esto fallezca, entonces eres un loco. Si tu creencia te ordena mutilar genitalmente a una niña eres un loco. Sin embargo, si tu creencia te ordena no comer carne de cerdo o ir a un edificio concreto todos los Domingos o hablar telepáticamente con un ser invisible entonces eres un buen creyente y dicha creencia debe ser respetada. Lógicamente unos actos son muy graves mientras que otros son inocuos pero lo que quiero hacer notar es que el proceso que conduce a realizar unos u otros actos es el mismo y por eso las religiones siempre serán potencialmente peligrosas porque gracias a ellas las personas son capaces de realizar determinados actos sin ninguna justificación racional u objetiva que afectan a los demás y que si tenemos suerte serán inocuos y si no la tenemos serán muy graves. Y estos actos graves no se dan sólo en religiones extremistas si no en cualquiera.

La mayoría de personas que nunca cometerían ninguna barbaridad en nombre de Dios, a pesar de autodenominarse creyentes, quieren creer porque piensan que es necesario creer en "algo sobrenatural" para tener una vida plena. La buena noticia es que sabemos que eso no es así y que una vez te liberas de esa cadena la vida sabe mucho mejor. Generalmente las personas sin creencias religiosas antes de ser ateos fueron creyentes o fueron criados como tal (a no ser que provengan de una familia también sin creencias), con lo cual han vivido en los dos mundos; han tenido la experiencia de creer y de no creer y no es habitual arrepentirse.¡Por algo será! En mi caso particular puedo decir que el haber llegado a la conclusión y aceptación de que soy ateo es una de las cosas de las que más orgulloso estoy en mi vida.

0 comentarios:

Publicar un comentario